La Puerta Estelar

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lunes, 2 de junio de 2008

Preludio de realidad

La lluvia no había dejado de caer en toda la noche, y aún continuaba lloviendo. A estas horas el sol debería estar justo encima de sus cabezas, pero las oscuras nubes de tormenta impedían que el astro iluminase la planicie sobre la que se encontraba Skellan. Se encontraba de pie, junto a sus compañeros y amigos, todos ellos preparados para el combate que se avecinaba.

Jon Skellan siempre había soñado desde pequeño con ser un gran guerrero y defender su patria... Pero los sueños son, ante todo, ficticios... tras varios combates y batallas libradas había descubierto la crueldad de la guerra.
Los monstruos de pesadilla o las bellas damiselas en apuros de las historias de nobles caballeros contadas por los cuentacuentos no eran más que sueños e ilusiones. No había bellas damiselas (ya le gustaría a él), y a los "monstruos" a los que se enfrentaba eran personas como Skellan, cada uno con su propia historia, con amigos y familia que les estaría esperando en sus casas. Muchas veces pensaba en esas personas y siempre pensaba que si se hubieran conocido en otras circunstancias es posible que hubieran sido amigos.
Skellan, que antes había defendido los actos bélicos de los burócratas y los políticos de su patria, ahora lo veía con otro prisma: la guerra no era ningún juego donde gente que nunca ha cogido un arma o matado a nadie debería meterse.

Mientras el general daba las últimas instrucciones de campo y decía unas palabras de ánimo a los hombres, el soldado Skellan agudizó sus sentidos: escuchó el tintineo de las gotas de agua caer sobre las armaduras de ejército; sintió la brisa primaveral sobre el rostro que no ocultaba el yelmo; acarició lentamente el asta de su lanza de metal... Siempre hacía eso para recordarse a sí mismo que que seguia vivo... y eso le alegraba. Vivir y morir por la guerra... esa era la vida del soldado.
Contempló al ejército enemigo avanzaba por la llanura encharcada y embarrada. El tiempo y sus consecuencias harían de la mañana una larga batalla.

El general dio la orden de avanzar y el ejército comenzó al caminar como un solo hombre para encontrarse con el enemigo. El miedo a la muerte estaba reflejado en muchos de los rostros de los soldados, pero a veces eso era bueno: el miedo daba fuerzas para luchar.
Skellan intentaba no pensar en lo que sucedería, tan solo tenía un pensamiento en la cabeza... sobrevivir.

3 comentarios:

Tata Ogg dijo...

Mooola. A ver si te viene más de vez en cuando esa inspiración^^.

Tata Ogg dijo...

PRELUDIO DE LA REALIDAD
¿Que teparece como título?
Hace referencia a que sucede antes de la batalla y a que no era lo que realmente esperaba de su sueño. Si no avisa y te doy más ideas^^.
Besiños y abrazos.

Goblinoide dijo...

Cuánta resignación veo en ese soldado ^^U Pero me encantan las historias en las que se conoce lo que le pasa por la cabeza ^^ me gusta mucho la imagen de la "calma antes de la tormenta"

Espero que no nos sigas haciendo esperar tanto como Madhy para leer tus historias, que escribes genial ^^

Un beso, te quiero ^^