Historia de un Gangrel en Arcadia

Después de que los Gangrel y los Malkavian protegieran y ocultaran la entrada a Arcadia y tras la formación de la Camarilla, los reyes de la tierra de las hadas decidieron dar una fiesta donde tanto los Gangrel como los Malkavian estabamos invitados. Hubiera preferido volver a mi tierra tras esa aventura, pero como aún merodeaba cerca del portal decidí entrar y aceptar la invitación.
Era un mundo de fantasía e ilusión, un sitio demasiado brillante para mi gusto.

Una vez en el castillo del Rey de Arcadia, me reuní con tres Malkavians más. Sólo cuatro Vampiros aceptamos la invitación. La compañía de los "lunáticos" no estaba mal durante un rato, pero toda una noche con ellos podría ser mortal. Aun así preferí estar un rato con ellos a estar con los otros invitados, ya que una vez dentro pude ver que había unos invitados que no me esperaba: Hombres Lobo.
Changelings, Hombres Lobo y Vampiros unidos en la fiesta. Esto si que era un aunténtico cruce de caminos.
El verdadero motivo de la fiesta era que los reyes querían presentarnos al hijo heredero de Arcadia y realizar un torneo para nombrar a un nuevo Caballero del Reino. Tras presentar mis respetos a la familia real y beber algo fui a afilarme las garras a un árbol. Pero debido a un conjuro que lanzó el Rey como medida defensiba no pude sacar las garras. Esto supuso que nadie podía atacar a nadie. Después de este nuevo conocimiento me reuní con los Malkavians.
Su líder, por así decirlo, afirmaba que el Rey actual era un usurpador y que él era el aunténtico heredero de Arcadia. Al parecer el "lunático" tuvo una relación amorosa hace tiempo con la Reina, cuando él aún no era un maldito. Él la rechazó porque ella era una hada. Así pues su historia terminó con la confesión de la que ahora era la Reina de un mundo aparte del nuestro.
El "Malki" planeaba usurpar el trono al Rey Moriarty mediante un pacto con la mismísima Reina, por lo que fueron en su día. El trato consistiría en que la Reina fingiría el secuestro de su hijo ayudado por los poderes de su especie y los de el "Malki" para ocultarlo de ojos curiosos. Realmente no sabía qué pensar, ¿la Reina quería en serio que los Vampiros nos lleváramos al bebé al mundo real? Era muy extraño...
Mi papel en el montaje era el de encontrar a la Reina Yaiza abatída por el dolor de la pérdida de su pequeño para que ella tuviera una coartada. Más tarde los trolls guardaespaldas de la Reina nos vieron y ellos se encargaron de atenderla. Mi parte en esta falsa acabó.

Pasó muy poco tiempo hasta que el Rey Moriarty mandó a sus "gorilas" a investigar qué era lo que había ocurrido. No hubo que esperar mucho cuando uno de los trolls del Rey llamaron en su presencia a los Malkavians. Me temí lo peor. Por suerte para mí no sospechaban de mí ni de mi parte en el acto, así pues me podía mover con algo más de libertad, manteniendo bien lejos de mí al Rey y a la manada lupina de los Garu. Estos últimos, sospechaba yo, pretendían eliminar a todos los Vampiros.


Durante el interrogatorio a los "Malkis" me moví por la fiesta reuniendo información sobre temas diversos hablando con algunos Changelings, entre ellos el chambelán Fenix, un hada leal en extremo al Rey. Y lo más interesante que conseguí fue lo siguiente:

• Había una forma de romper el conjuro del Rey, cinco llaves que romperían el hechizo y permitiría poder usar la fuerza en caso necesario. Esto suponía un problema ya que eran varios los lupinos en la fiesta y tan solo cuatro malditos de los cuales tres estaban siendo interrogados, la desventaja estaba clara.
• Corría una leyenda en relación a la caida de Gaia, la diosa de los lupinos. Y la caida de estos tenía relación al niño heredero. Esto fue relamente útil ya que lo que era perjudicial para los lupinos era bueno para los de mi especie.
• Se afirmaba de que el bebé era un ser tan extraño que su sangre podía soportar el Abrazo de un Vampiro sin causarle la muerte. Si esto era cierto ese niño era una aunténtica joya para mi especie. Tenía que apoderarme de ese niño.
• De lo último que me enteré fue de que los Malkavians no querían usar al niño como arma definitiva contra el recién creado Sabbat sino que querían matarlo. Eso no sólo suponía una falta de cordura por su parte (si alguna vez tuvieron...), sino que además podrían causar un conflicto entre Vampiros y Changelings que no convenía. Los Malkavians debían ser detenidos.

Ya que no quería que se descubrieran las llaves oculté mis pistas para encontrarlas con recelo, de tal modo que nunca encontrasen todas las llaves. El problema de que el conjuro cayera ya no me preocupaba, el hechizo se mantendría y con ello la seguridad de que los lupinos no atacaran.
Al parecer era cierto que los lupinos sí querían matar al heredero, por lo que el niño ahora tenía más valor para mí que antes. Los trolls del Rey descubrieron dónde se escondía el pequeño y se me adelantaron cuando pretendía cogerlo y largarme con el crío a mi tierra. Pero no me dí por vencido. Conspiré con la mismísima Reina Yaiza, la cual ya estaba claro que era una Oscura, para que me dijera dónde se encontraba el bebé. El trato era que yo me lo llevaría al mundo real donde le cuidaría y le entrenaría lejos de las conspiraciones de la corte y del peligro de los lupinos. Y cuando creciera, el muchacho sería Abrazado al vampirismo bajo mi tutela. Por supuesto la Reina podría visitarlo siempre que quisiera y lo podría educar en la cultura de las hadas. Yo no pretendía que el crío olvidara su aunténtica naturaleza sino que conviviera con las dos, siendo un arma para el bien de mi clan y de la Camarilla. La Reina aceptó el trato.
Pero cuando ella me iba a decir la localización del bebé vinieron un troll leal al Rey y un pooka que ya se habían encargado del heredero dejándolo en una familia humana, acción hecha a espaldas de la familia real. La Reina, para ocultar su auténtica naturaleza Oscura, aceptó la acción de sus vasallos. La idea era que el niño viviría con los humanos y el troll y el pooka cuidarían del heredero hasta que la Crisálida se abriera y fuera em momento de conocer a su auténtica familia.

Nuevamente perdí mi oportunidad de hacerme con el niño y la fiesta terminó, con lo que tuve que volver al mundo real despidiéndome de todos los demás invitados.

No conseguí a ese niño que hubiera supuesto la unión de sangre entre hadas y Vampiros....

Pero con lo que no contaban los lacayos del Rey era que ellos no pueden estar en todo momento en el mundo real, mientras que ese mundo es el mío.
Por lo tanto sólo será cuestión de tiempo en el que encuentre al muchacho y cumpla con mis planes iniciales: convertirle en un ser perfecto que convine los poderes de las hadas con los poderes de los vampiros y usarlo como arma en favor de la recientemente creada Camarilla.

Tan sólo es cuestión de tiempo... ¿y qué es el tiempo para un ser inmortal?