B=T

Si ya lo dijo un buen amigo mío que las matemáticas no fallan, y menos una fórmula muy sencilla: B=T. No, no busquéis en un libro de matemáticas (los pocos frikis matemáticos que les haya dado por ahí ;p), esta fórmula es una inventada por el genio aritmético Manu que descubrió que Belén es directamente proporcional o igual a Tonat (tonta, para los que no conozcan el término "tonot"... qué incultura...)

Eso es lo que viene a decir la fórmula y hasta antes de ayer por la noche no se pudo descubrir que esta fórmula fuera correcta, pero al fin se descubrió ^^ jejeje.

Y, ¿quién lo descubrió? Pues la misma B en un momento de lucidez total y absoluta (o al menos en su estado natural "normal" ;p) ¿Cómo lo hizo? Muy sencillo, todo fue porque quería saber quien es el Sabio del Cónclave (ya os explicaré qué es eso). Pues bien, mi hermano la fue diciendo iniciales sobre la identidad del Sabio hasta que dijo "T", con lo cual respondió "es tonto, es Borja". mi hermano dijo que no. Dijo que el nombre terminaba en "A" y etonces ella saltó, de golpe y sin pensar: "tonta, soy yo".

.... Sobran las palabras, ¿no creeis? xD Al fin, después de tantos años... la fórmula ha sido probada científicamente al 100% jejeje.

Me despido hasta más escribir, pero antes mando un fuerte abrazo a Belén, nuestra querida loca, no cambies nunca ;) jeje.

Las hormonas femeninas

Hoy, mis lectores, vengo a hablaros sobre un tema realmente curioso, misterioso y del cual todo el mundo ha oído hablar pero nadie sabe nada de verdad. Sí, damas y damos, hablo de (redoble de tambors) ¡Las hormonas femeninas!

Bien, ahora os hablaré de una conversación.... algo extraña pero muy reveladora, os pondré en situación (aviso que esto puede dañar la sensibilidad mental de los lectores):

Estábamos en la piscina Belén, Bea, mi hermano y yo. Los sujetos "mujer" estaban haciendo el pino en el agua, mientras los sujetos "hermanos hombre" hablaban de cosas varias. Miramos a los sujetos "mujer" y mi hermano me preguntó que porqué hacía eso. Mi respuesta fue simple, las hormonas. La conversación era una conversación normal, luego acabé diciendo que lo bueno que tenían esas hormonas es que no te hacía salir barba.
Hasta aquí bien. Ahora es cuando aparece la sujeto "mujer" Belén preguntando de qué hablábamos (qué cotilla) y na dijimos nada porque eso era cosas de "hermanos hombre". Pero ella, al parecer, escuchó algo, palabras sueltas: hormonas femeninas y barba.

Total, depués de que nos llamaran machistas y que nos insistieran para que le dijéramso lo que habíamos hablado, al final la conversación inicial normal acabó por aclarar un punto importante sobre el efecto de las hormonas femeninas en el mundo, una verdad que los hombres deberíams saber... ¡¡las hormonas femeninas hace que te salga barba!!
Así pues, hago saber a todo el mundo (bueno, solo a aquellos qeu lean esto) que las mujeres NO tienen hormonas femeninas, esas cosas que ellas dicen que las pasa por culpa de eso es MENTIRA. Por otro lado, a los hombres con barba solo me resta decirles que somos unos afeminados, que no es necesario hacerse el duro, podemos hacernos los desbalidos y poner las excusas que ellas ponen en relación a las hormonas y esas cosas ;p jejejeje.

Pues este es el informe, una verdad más para el mundo, un paso de gigante para los hombres con barba que ahora sabemos algo más de nosotros mismos y de las mujeres xDDDD

Bueno, me despido hasta más vernos, mis queridos sujetos "hombre" y "mujer" lectores, jeje. Y un saludo a todas las mujeres que lean esto y se hayan reido, a las que no se rían... gracias por no querer matarme mucho ^^u jeje.

Gloria o muerte.

- Me encanta el campo de batalla, pero odio esta clase de misiones... ¿qué tramará el Rey Brujo? -


Malus no sabía muy bien cómo había acabado ahí, en ese páramo desolado del Viejo Mundo conocido como Sylvania. Le habían dicho que comandara a la caballería contra los No Muertos para acabar con un enemigo casi tan poderoso como el mismísimo Rey Brujo, un antiguo conde vampiro que ha vuelto para asolar el mundo conocido, al menos eso decían las predicciones de las adivinas y brujas. Malus no creía en esas cosas, pero siempre era mejor prevenir que lamentarse. El plan es bueno, atacar antes de ser atacados, y si alguna tierra debe sufrir que sea la de esos estúpidos humanos.


Pero la parte del plan donde Malus debía atacar la retaguardia de los No Muertos... es parte le convencía más bien poco, ¿cómo atacar a un enemigo que no sientemiedo ni hmbre ni desesperación? Normalmente sufrir un carga de caballería de gélidos helaría la sangre del más valiente... pero este enemigo no, ellos solo seguirán las órdenes de su señor sin cuestionarse nada, sin temer por sus vidas...


- Perfecto... Simplemente perfecto... - pensaba Malus.
- Vamos, pequeño druchii, ¿acaso temes a la muerte? - le susurró T´zarkan a Malus desde su interior. - Si tanto miedo la tienes siempre puedes huir... o acudir de mi poder. - Malus notó con esta última frase la sonrisa maléfica del demonio.
- Calla, maldito. Acudir a ti es como meterme entre los brazos de un vampiro, incluso peor. Al menos se que él simplemente me quiere matar. -
-¡Oh! ¿acaso crees que yo busco tu muerte? No puedo aunque quisera, ya lo sabes. Aún tenemos algo que hacer, ¿recuerdas? -
- No me lo recuerdes... ese maldito Dios-Niño... - Malus recordó por todo lo que había pasado el año pasado, buscandolos objetos para liberar su arma...Ahora solo le quedaba la Espada de Disformidad, a Rencor, su odio... y a ese maldito demonio en su interior.


Los cuernos resonaron por el campo de batalla avisando del enemigo que avanzaba. Una horda de cuerpos putrefactos y esqueletos inexpresibos comenzaban a avanzar con paso lento pero incansables hacia las posiciones de los druchii. Unas mistoriosas nubes cubrían al ejército del señor de los vampiros completaente y las nubesavanzaban en contra del viento para cubrir el campo de batalla por completo "Brujería", pensó Malus.


Los cuernos volvieron a sonar y todo el ejército comenzó a tomar las posiciones acordadas, los ballesteros preparaban sus armas, y la caballería camianba pr los flancos del ejército seguido de las hidras. Mientras, Malekith miraba la horda de muertos con una cala antinatural. "Busca al conde ese, al general del ejército... a ese conocido como Vlad", pensó Malus.


- ¿Órdenes, señor? - preguntó el caballero siniestro de la unidad a la cual estaba Malus al mando.
- ¿Las órdenes? Las órdenes son simple: atacar, matar a todos los que podáis, sobrevivir hasta que los hechiceros enemigos hayan caido y regresar al hogar. -
- Sí, señor. -
- Bien, que comience el baile. Y más os vale no morir, no me gustaría tener que mataros yo después. - dijo con una sonrisa lobuna. - ¡Adelante! ¡Demostremos a esos bastardos muertos lo que es el poder druchii! . -


Y ambos ejército fueron en busca de su gloria... o de su muerte.